Recuerdo probar una apfelstudel de muy pequeña. Me dijeron que era tarta de manzana y para allá que fui pero... horror... qué era eso? Llevaba pasas, cosas duras (ahora sé que eran frutos secos) y tenía un sabor rarísimo (supongo que la canela). Con lo que me gusta el dulce que he sido de siempre, eso no me lo pude ni terminar; de hecho creo que no pasé del primer bocado. Y allí se quedó la tarta, en un rincón "malo" de mi memoria.
Muchos años después, en un viaje a Praga, la ví en la vitrina de una cafetería y, no sé porqué, me llamó la atención, la pedí y la disfruté como una loca. Desde entonces puedo decir que me gusta y mucho así que un día que tenía pasta filo en casa (sabéis de esas cosas que compras sin saber muy bien para que las utilizarás y van quedando arrinconadas en la nevera? Pues ese era el caso), busqué la receta y la hice. ¡Qué buena por diossssss!
El apfelstrudel es un rollo de manzana, frutos secos y especias cubierto por una masa muy fina y crujiente. Su origen es austríaco (aunque se encuentra en la mayoría de países centroeuropeos) pero es muy probable que provenga de las baklavas árabes o armenias.
Si, como yo, utilizáis la pasta filo comprada es muy rápida y fácil de hacer y el poco esfuerzo que requiere lo compensa todo.
Si, como yo, utilizáis la pasta filo comprada es muy rápida y fácil de hacer y el poco esfuerzo que requiere lo compensa todo.
FUENTE basada en una receta del libro Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas y panes dulces y salados de Caroline Bretherton y algunos consejos que me dieron desde Alemania
CANTIDAD 4 - 6 raciones
ANTES DE EMPEZAR si le vamos a poner pasas se tienen que hidratar; hay que ponerlas en remojo con agua y ron durante unas 8 hrs.
Ingredientes
- 4 hojas de pasta filo (en los paquetes suelen venir 8, las que no utiliceis se pueden congelar)
- 2 manzanas (yo suelo utilizar las fuji pero podéis poner otras si os gustan más)
- 30 grs. de azúcar blanco
- 20 grs. de azúcar moreno
- 50 grs. de mantequilla
- 1/2 tsp (cucharadita) de canela en polvo
- 1 tsp de zumo de limón
- 25 grs. de nueces picadas
- 35 grs. de pasas
- 35 grs. de pan rallado
Preparación
- Pelamos las manzanas y las cortamos en trocitos más o menos grandes según os guste (yo los hago pequeñitos)
- Las ponemos en un bol junto con al azúcar blanco, el moreno, la canela y el zumo de limón, tapamos con papel film y dejamos reposar en la nevera 1 hora para que suelten todo el líquido.
- Mientras, fundimos un trocito de mantequilla (no los 50 grs. sólo un trozo) en una sartén y añadimos el pan rallado mezclando hasta que quede impregnado. ¡Atención que no se os queme! Este pan nos servirá para absorver el resto de líquido que le pueda quedar a las manzanas
- Precalentamos el horno a 180ºC
- Sacamos las manzanas de la nevera, retiramos el agua que hayan soltado, les añadimos el pan rallado, las nueves y las pasas, mezclamos bien y resevamos.
- Fundimos el resto de mantequilla en el microondas y montamos la tarta
- Sobre una superfície enharinada ponemos una hoja de pasta filo y la barnizamos con mantequilla con la ayuda de un pincel. Ponemos otra hoja encima y hacemos lo mismo hasta que tengamos las 4 hojas, una encima de la otra con mantequilla fundida en medio para que en el horno no se peguen y queden crujientes.
- Colocamos la mezcla de manzanas en un lateral de la pasta filo, enrollamos, doblamos las puntas como si envolvieramos un regalo y, de nuevo, barnizamos con mantequilla
- Ponemos la tarta sobre papel de horno en una bandeja y horneamos unos 45 minutos Si vemos que comienza a dorarse demasiado, abrimos el horno y la barnizamos de nuevo.
Suele servirse espolvoreada con azúcar glass y acompañada de crema de vainilla aunque yo he preferido un poco de helado. ¡Qué me quiten lo bailao!
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